Nuevamente, debido a las incidencias del tiempo, no pudo salir a la luz a tiempo este escrito, uno el cual se escribió aproximadamente 2 meses, pero creo que hoy es el momento adecuado para redactarla aquí:
"Hace
tiempo que dejé mi estrella en el firmamento, aquella; la cual en un principio
poseía un puro furor blanco, pero debido a la muerte de mi antecesor se tornó
de naranja. Así… para poder resguardarla la lancé hacia los oscuros cielos de
la constelación del Dragón donde creía que podría estar a salvo; todo esto ya
tiene cerca de 3 o 4 años.
Teniendo
esa idea en la cabeza, no creí que el destino me esperaba una sorpresa.
Un
día como cualquier otro, se me ocurrió echarle un vistazo, para asegurarme que
estuviera bien, pero tristemente pude observar que ella había desaparecido,
dejando un espacio negro, tanto en el cielo, como en mí propio ser.
Esa
estrella es una parte importante de mí, tiene como un tipo de esencia, una
parte muy fundamental; tiene más de mi alma que yo mismo; incluso, ya que
muchas cosas que disfrutaba hacer, hoy simplemente el gusto se ha ido, no sé si
sea por ella.
Solo
me encuentro aquí, siguiendo el paso día a día; la jornada larga y monótona,
esperando que en algún momento pueda ser diferente pero ya nada me puede ocasionar
emoción; mi camino no sé cual es realmente, ya no sé hacia donde voy; me
encuentro en un laberinto de momentos; lugar en donde mi talento no sirve para
nada, incluso hay ocasiones que me pregunto si realmente lo tengo. ¿Realmente
poseo creatividad?, ¿Qué tal si todo esto solo es un burdo juego? ¿Qué es lo
que quiero realmente?… Ya no lo sé.
Tenia
la idea de ser un “Guardián del Tiempo”.
(Hablando exclusivamente de la iconografía) aquel Dragón que podía resguardar
para así compartir los “símbolos del tiempo” o “cuadrados mancos”, me di cuenta
que no era así. Debido a personas que por más se les dice como deben de
utilizarlos, de valorar el trabajo de su restauración… simplemente no lo hace; para
ellos solo existe: copiar > guardar
> editar > publicar… sin seguir reglas fundamentales para ellos
(las conozco muy bien) y sin la mínima intención de dar crédito a quién los restauró
y salvo de las inclemencias del mismo Metro.
Así
el “Guardián del Tiempo” cambió de significado:
resguardar los íconos sin que nadie más los aprecie, que ellos se encuentren en
un lugar lejos de quien no aprecian el significado de estos.
Dejando
eso… Ahora me pregunto día a día ¿Dónde estás, mi estrella del firmamento?
¿Dónde te has metido? No sé que hacer; estoy tratando de recuperarla. Sé que
todavía esta estrella se encuentra en algún lugar, ya que si esta estuviera
extinta, del mismo modo yo lo estaría; así que aún me queda una pequeña esperanza
de encontrarla, sé que está en alguna parte, solo que tengo que encontrar el
lugar adecuado.