martes, 6 de septiembre de 2011

El Metro...

I
Desde el sesenta y siete
Una historia comenzaba.
Un acuerdo sin precedentes,
Marcaba una nueva etapa
Y en el sesenta y nueve
Un gran reto emprendía.
Un cuatro de Septiembre,
Iniciaba su feroz vida.
De Francia llegaron los Trenes,
Un gran reto comenzaba.
Ellos con la vista al frente,
Iniciaron su larga jornada.

II
Parecías como Dragones,
Con su camino discreto,
Retumbando los durmientes
Parecía solo un sueño.
Los usuarios temerosos
Lo veían con tal asombro,
Un naranja reluciente
Parecía de otro mundo.
Sus tres primeras líneas
Iniciaban una marcha,
Una era de transporte
Para la ciudad mexicana.

III
Para entender su dialecto
Un sistema fue creado,
Un código exasperado
Para comenzar el trayecto.
Sus colores se mezclan
sobre las estaciones;
Pictogramas que demuestran
Una red de sensaciones.
El paso de la historia
El pictograma cuenta.
Sus líneas y dibujos
En la soledad eterna.

IV
Unos años más tarde
Ocurrió una catástrofe
Un descuido humano
Acortó el largo “viaje”.
En la estación Viaducto,
Un Dragón se acercaba,
Dándole alcance a otro
Por una regla violada.
La tragedia fue inminente,
Los Dragones colapsaron
Llevándose treinta gentes,*
Pero eso se ha olvidado.

V
Después de varios años
El sistema mejoraba.
Más convoyes en los rieles,
La ciudad renovaba.
Sus líneas se expandían
Y otras iban naciendo,
Un andén que suspira
Bajo y encima del suelo…
Y Dragones de distintas naciones
Principalmente mexicana
Dan su trabajo / ilusiones
Entre sus “cuevas” subterráneas.

VI
 Huesos de muchas eras
Hallados en los derrumbes
Y una pirámide azteca
En la oscuridad esconde.
Fantasía y misterio en el túnel oculta
Cristales, murales y concretos
Un espacio secreto
Para su cultura.
Y lecturas repartidas
Sobre toda la gente;
Literatura viajera
Para el viaje inminente.

VII
Tus ojos que en la oscuridad brillan
Van despacio acercándose
Y al final del andén tú entras
Con tu inquieto naranja brillante.
El sonido que desprendes,
Al llegar al subsuelo
Es un sonido siniestro,
Que a varios usuarios sorprende.
Y a gente que no le importas
Te utilizan de asesino.
Tú Dragón, que vas en marcha
Terminas sin querer su destino.

VIII
Gente que en las calles,
Te ven caminando
Vas hacia el horizonte
Y aún sigues transitando.
Cuarenta años de historia
Entre tus garras llevas,
Y encima de ti la “gloria”
Que la urbe atraviesa.
Tren que vas corriendo
Disfrazado de serpiente
Tren, Dragón del Metro
Bajo el suelo estarás siempre.

IX
La línea, tiempo y estación
Guardan la historia que quedó
Oculta de esta gran nación,
Olvidada por el pueblo.
Pero el tiempo algún día volverá
Tal como fue años atrás…
Y en la estación de Pantitlán
Se escuchan mil historias.
Se ve llegando hacia el andén
Tan sigiloso como es él
Su inmortalidad al recorrer,
Deja todo de ver.

X
Doce estrellas lo vigilan
Cada una es un destino
Las líneas que son su patria
Lo ven llegando con sigilo.
En lo profundo de la urbe
Se esconderá eternamente.
Tal vez algunos lo tendrán presente
Y otros lo olvidarán para siempre.
Al final de su jornada
Llega exhausto a su morada
Descansando cuatro horas
Para nuevamente su andanza.

 Toda la ciudad en él tiene su lugar,
Viendo los días, viendo la eternidad…
 Pero solo una cosa se puede expresar
Que aquel Dragón Naranja, nunca encontrará su final.

*algunos periodicos establecieron que el número de victimas mortales fueron de entre 30 y 35 personas pero muchos aseguran que el numero asciende a más de 95

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